La circulación de balón fue lacerantemente lenta, matando la capacidad de sorpresa de Argentina. Apenas hubo arrastres desde atrás y sólo las genialidades de Messi, con el 10 a la espalda, decantaron el partido. No me gustó el equipo de Maradona. Ayer no, pero en partidos ante rivales más poderosos creo que va a tener problemas para canalizar el fútbol en los metros finales. No hay nadie en Argentina que vea el fútbol como Román Riquelme. De la misma manera al equipo se le intuyeron las costuras entre la defensa y el centro del campo. Brasil obtuvo un inmerecido empate a un gol ante Ecuador en un partido del que pudo salir goleado. La tricolor dio una cátedra de derroche basada en una superioridad física que le permitió dominar el centro del campo a sus anchas. También desplegaron un gran juego por las bandas. Simplemente les faltó la pegada. En ocasiones el egoísmo, en otras los palos y en muchas un inconmensurable Julio Cesar negaron el gol a Ecuador. Por su parte, la propuesta de Brasil fue infame. Sin presión, sin asociaciones y desechando desde el principio la opción de atacar. Van a llover, y con razón, las críticas hacia el seleccionador Dunga. Marcelo titular en el lateral izquierdo y Alves suplente en el derecho. Saquen sus conclusiones. |
lunes, 30 de marzo de 2009
Anotaciones de la jornada (Argentina y Brasil)
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