Allen Iverson, jugador de los Pistons
La historia de Iverson y Detroit es una historia de sentimientos encontrados. Expectación e incertidumbre rodearon su llegada. Decepción y fricción marcan su salida forzada. Pese a la decepcionante aportación de Iverson no veo una relación directa y determinante entre su baja producción y el languidecer de los Pistons. Creo que es algo que tenía que pasar. Entrenador nuevo encargado de sacar adelante un proyecto con marcados vestigios de tiempos pretéritos. Un vestuario que lleva un tiempo mandando más que cualquier técnico. Jugadores agotados mentalmente y llegando a la curva descendente de sus carreras. El panorama de los Pistons, como la cruda realidad se ha encargado de demostrar, era muy negro antes de Iverson. En mi opinión su llegada fue más un estimulador que un valor añadido real. Los jugadores llevan muchos años viendo las mismas caras y Joe Dumars pensó que la adquisición de Iverson podría traer consigo un hambre y una capacidad de arrastre que nunca llegó. La situación económica de Iverson, que finaliza contrato este verano, no hipoteca el futuro de los Pistons, por lo que el movimiento no es cuestionable en términos salariales. Será un verano movido en Detroit. Iverson y Rasheed Wallace se van seguro. Intuyo que van a intentar intercambiar a Richard Hamilton. A día de hoy al único grande que veo en los Pistons la temporada que viene es a Prince. Y seguro que Dumars está dispuesto a escuchar ofertas. El despojarse de las anclas del pasado es la solución única y unidireccional para forjar el futuro de los Pistons. |
sábado, 4 de abril de 2009
El ocaso de Iverson y los Pistons
Publicado por
Sé Deportivo
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18:42
Etiquetas: 4, Allen Iverson, Detroit Pistons, NBA, Rasheed Wallace
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