La marcha de Dmitry Piterman de Vitoria, acompañado del ‘’mafioso’’ José Nereo, dejó un club herido en verano de 2007. Herido en sentimiento, herido en lo económico y, como consecuencia de todo ello, herido en lo deportivo. Leyes concursales, constantes flirteos con el descenso, denuncias por impagos… El Alavés olía mal, tan sólo la afición, con la mente puesta en épocas mejores, confiaba en levantar el vuelo y alejarse de todas estas turbulencias. Un vitoriano que, ingenuo del él, quiso tomar las riendas de un club en crisis, se ha dado de bruces contra el destino. El abismo ronda Mendizorroza, un estadio con capacidad para casi 20.000 personas, que hace unos años vio un empate a tres contra un Inter que formaba en su delantera con Álvaro Recoba y Christian Vieri ¡Qué tiempos aquellos! La temporada que viene el Lemona, el Sestao River o el Zamora serán los equipos a batir. Fernando Ortiz de Zárate, mandatario albiazul, no podía esconder sus lágrimas de tristeza el pasado sábado tras la derrota en Vigo. ‘’Estamos en Segunda B’’, lamentaba ante las cámaras. El Alavés ha emprendido su particular camino al infierno. Un vía crucis por las catacumbas del fútbol español. Y es que los milagros no suelen ocurrir muy a menudo. Faltaban dos jornadas para concluir la campaña 2007-2008 y la Real Sociedad visitaba Vitoria con serias opciones de ascender. El Alavés luchaba por el todo o nada. El ser o no ser de la categoría de plata. Delibasic y Víctor Casedesús hicieron soñar a los ‘’txuri urdin’’ durante más de 90 minutos. 1-2 en el marcador y el conjunto local con pie y medio en la división inferior. Entonces se obró el milagro (aquí puedes ver el vídeo): Jairo cabeceó a la red para poner el empate y Toni Moral, con una preciosa volea que batía a Asier Riesgo, desató el delirio en las gradas. Invasión de campo, fin del partido y faltaba Vigo, un mero trámite para el Celta, ya salvado. Balaídos, el mismo campo que el año pasado fue testigo de la salvación del Alavés, ha visto ente fin de semana llorar a muchos gasteiztarras tras el virtual descenso de su equipo. Bien es cierto que la situación era totalmente diferente. Las Palmas, 45; Celta 43; Alavés, 40. Tres candidatos para la plaza restante que lleva a Segunda B a falta de nueve puntos por disputarse. Este año, la visita a Vigo era dramática. La derrota dejaría a uno de los dos equipos tocado, si no hundido. Las Palmas cayó en Córdoba (4-1), pero tenía margen si el Alavés perdía. Y así fue. Iago Aspas, a quien Eusebio Sacristán concedió unos minutos como debutante, marcó un doblete que rompía todas las esperanzas albiazules. 2-1, el Celta salvado matemáticamente y el Alavés a expensas de un tranquilo equipo canario al que le basta con sumar un punto. Balaídos, otro histórico campo del fútbol español. Gloria e infierno para el Deportivo Alavés. Y es que no se puede jugar con la diosa fortuna, que unas veces te salva, pero otras, te mata. Se avecina una época complicada para el club vitoriano, pero seguro que, como bien dice el himno ‘’babazorro’’, el Alavés ‘’resurge potente otra vez’’. Miguel |
miércoles, 10 de junio de 2009
Camino del infierno
Publicado por
Sé Deportivo
en
15:56
Etiquetas: 1, 3, Celta, Deportivo Alavés, Liga Adelante, Segunda
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4 comentarios:
El Betis nunca debió bajar, primero por afición y segundo cuando la culpa no es ni de jugadores ni de entrenadores que van y vienen, sino del mayor accionista. Una verdadera pena. El beticismo se manifiesta este sábado contra ls injusticias y los sinsabores. Esto se veía venir hace 3 temporadas y se ha cumplido.
Viva er Beti manquebaje!
K la culpa no es de los jugadores???? joer...creo k lopera tb tiene la culpa de la k me ha kedao ahora en junio...
A la hoguera con lopera
triste.....pero se veia venir desde hace tiempo.
Está claro que Lopera puede ser un cancer, y que puede desetabilizar la institución.
Pero lo no menos cierto es que el no mete goles, el no hace cantadas. No se pueden justificar a los jugadores. La plantilla era para quedar entre los diez primeros sin ningún tipo de problema.
La culpabilidad está estratificada, y alcanza a jugadores y entrenadores.
Un saludo y gracias por comentar¡
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