Los lunes al sol: Derroche y austeridad. Barcelona y Madrid

La pragmática del Real Madrid de Juande Ramos continúa a la misma distancia numérica del preciosista Fútbol Club Barcelona de Pep Guardiola a falta de diez jornadas para el final liguero. La diferencia futbolística, en cambio, se ensanchó de nuevo el domingo por la tarde. Austeridad, monotonía y orgullo a la estela de derroche, juego y excelencia. No se donde va a concluir la persecución del Madrid. Lo que si tengo claro es que la matemática no arroja la separación existente entre los dos equipos. El Madrid gana y le cuesta. Aburre y se aburre. El Barcelona gana sobrado. Derrochando. Despertando la admiración del planeta futbolístico. La borrachera de juego que el líder protagonizó ante el Málaga recordó a los mejores momentos del Barça de la primera vuelta. Fútbol total. La mezcla de velocidad de ejecución y efectividad es insultante. Posibilitado por una conjunción de jugadores que se recordará, el Barcelona sigue implacable a ritmo de record camino de firmar una temporada para los libros de historia. Luego viene el Madrid. Intentando ser protagonista de una fiesta a la que nadie le ha invitado, pero en la que se ha plantado por raza y corazón. 36 de los últimos 42 puntos avalan su propuesta. Con el rigor táctico por bandera y la pegada como principio de supervivencia el Madrid saca adelante los partidos. Sin brillo. Sin enamorar. La lucha por la Liga es una pelea entre una propuesta y un despropósito hecho efectividad. Entre una idea y una amalgama de pensamientos inconexos. Derroche y austeridad. Barcelona y Madrid.