La trigésima jornada del calcio ha situado en una óptima posición al Inter de Milán para revalidar el título doméstico y volver a lucir el scudetto en su camiseta la próxima temporada. Segio Pellissier, veterano delantero del Chievo Verona, se convirtió en el personaje del domingo al hacerle un hat-trick a la Juventus, tres goles que silenciaron las 40.000 voces que abarrotaban el Olímpico de Turín. La vecchia signora tuvo en sus manos acercarse al liderato, una efímera ilusión que voló en el minuto 90. El definitivo 3-3 despojaba de toda esperanza a la afición juventina y servía en bandeja al Inter la consecución de un nuevo título liguero. Faltan aún ocho jornadas para que la Serie A llegue a su fin. Sin embargo, la ventaja de nueve puntos de la que goza el Inter tras su victoria en Udine (0-1), parece inalcanzable. La consistencia de los de Mourinho durante toda la temporada y, sobre todo, la eficacia goleadora de Ibrahimovic, actual pichichi de la Lega, están siendo claves en el éxito. En Turín piensan en el relevo generacional. Jóvenes talentos como Giovinco, Molinaro o Marchisio están disfrutando de la oportunidad que Claudio Ranieri les está brindando. Juegan y lo hacen bien, asisten e incluso marcan. Serán piezas claves en los próximos años, no cabe duda. Grandes sustitutos para los ya consagrados Del Piero, Nedved o Trezeguet. Dos meses dan para mucho. Ni el Inter se puede confiar ni la Juve tirar la toalla todavía. No obstante, Pellissier ya ha puesto su granito de arena para que se repita la historia de la temporada pasada. |
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