Anotaciones de la jornada 34

Sin duda vivimos una jornada para la historia. El 2-6 que deparó el Clásico evidenció todas las vergüenzas del Real Madrid y maximizó las virtudes del Barcelona. Casillas fue el mejor de un Madrid que no tuvo ninguna respuesta ante la sinfonía orquestada por un inconmensurable Xavi, materializada por Henry y Messi y rubricada con la garra de Puyol y Piqué. La verdad es que el despliegue plenipotenciario del equipo de Pep Guardiola invita a elevar a este equipo a las más altas cotas. El hambre, la intensidad con la que juegan, la concatenación de talento y el equilibrio táctico de los blaugranas les convierten en uno de los mejores equipos de los últimos veinte años. El Madrid, por su parte entra en un proceso institucional que tendrá la imperiosa obligación de elaborar un libro de ruta, establecer el camino y recuperar la esencia del club. La vida al margen del clásico siguió más o menos igual. La fiabilidad de los equipos de abajo es comparable a la de los Ferrari esta temporada. Osasuna, que parecía en condiciones óptimas para salvarse hace un mes se ve de nuevo en serios problemas tras la derrota ante un Recre que cobra vida. El gol de Morris en el minuto 95 deja al Decano a un punto de la salvación y a sólo tres de Osasuna. El Numancia también se negó a morir, ganando a un Málaga en franco descenso y situándose a un solo partido de los puestos de permanencia. El Sporting, por su parte, cosechó su primer empate. Unas tablas que saben a derrota, ya que el gol de Iraola para el Athletic llegó en el minuto 92. Los asturianos siguen en descenso, empatados a puntos con el Getafe del debutante Michel. El portero Stoijkovic, que está tirando por la borda su gran comienzo, cometió un error que llevó a su equipo a la derrota. Un descenso del que cada día huye más el Español. 3-0 para acabar con la racha del Valencia, prolongar la suya y poner tierra de por medio. Lo digo y repito. Lo del Español es tremendo. El sentido y carácter que ha imprimido Pochettino en sus jugadores les va a salvar y les va a hacer comenzar la temporada que viene con con una energía importante de cara al nuevo curso. Y por último la lucha por la Champions League, en la que las individualidades de Forlán y Kanouté fueron determinantes. El primero es el mejor jugador del Atlético de Madrid. Si, Agüero. Lo es. Y el segundo la polea que todo lo mueve en el Sevilla. Veremos si Villareal y Valencia tienen argumentos para equiparar a estos dos cracks.